Gracias a los kits para montar robots, los estudiantes se adentran en la robótica y la programación de una manera entretenida. No solo en el aula, donde los docentes pueden plantear proyectos aplicados a materias como la ciencia, la tecnología, la ingeniería o las matemáticas; también en casa, una actividad que pueden compartir con sus familiares y amigos. Ambas disciplinas les proporcionan numerosos beneficios: trabajar su orientación espacial; mejorar su nivel de atención; fomentar su creatividad y capacidad de razonamiento al enfrentarse a retos que deben resolver.